El Brexit es un proceso político que consiste en la salida del Reino Unido de la Unión Europea en su condición de Estado miembro, acuerdo que implica que desde el 1ro de enero de 2021 se rige por sus propias normas.
Este acuerdo supone, entre muchos cambios, el fin del libre movimiento de personas, la imposición de controles aduaneros y la limitación de servicios que antes se prestaban sin demasiadas restricciones.
Si bien esta nueva situación genera muchos interrogantes entre los viajeros, en los acuerdos alcanzados se consiguió que haya menos cambios de lo previsto, y para la tranquilidad de los viajeros mexicanos, el triunfo del Brexit no tiene mayores consecuencias, aunque es importante conocerlas y tenerlas en cuenta:
México es uno de los países que no necesita tramitar ninguna visa para viajar a Reino Unido con fines turísticos en un plazo menor a seis meses.
La opción de migrar por trabajo o estudio con pasaporte europeo ya no será tan fácil, ya que con el Brexit los controles se verán reforzados y cualquier ciudadano europeo que requiera permanecer en el país deberá tramitar un visado extra.
Desde el 1 de enero de 2021, el Reino Unido puso en marcha un sistema migratorio que indica que para trabajar será requisito contar con un visado. Para el caso de obtener un título universitario en el Reino Unido, se puede solicitar un visado de licenciado, que permite quedarse en el país durante dos años para trabajar, o tres en el caso de obtener un doctorado.
El DNI se podrá seguir utilizando hasta el 30 de septiembre de 2021; a partir del 1 de octubre de este año será obligatorio el uso del pasaporte.
Sí, ya que las aerolíneas del Reino Unido dejarán de ser empresas de la Unión Europea y no contarán con los mismos derechos de tráfico.
El Brexit garantiza que estas compañías puedan volar por cielo europeo y hacer traslados tanto de pasajeros como de mercancías entre una ciudad británica y otra de la Unión Europea, sin embargo:
Por otra parte, Iberia y Vueling, pertenecientes al grupo británico IAG, han defendido su lugar y el Gobierno ha garantizado que ambas sigan volando.
La legislación europea deja de regir y las empresas británicas son libres de aplicar cargos por itinerancia a los ciudadanos de la Unión Europea.
Fuente: El País