Los Ángeles es uno de los destinos más destacados de Estados Unidos. Su mezcla de cultura pop, playas icónicas y clima templado durante casi todo el año la convierte en una excelente opción para vacacionar. Pero como en todo destino, saber cuál es la mejor época para viajar a Los Ángeles puede marcar la diferencia entre una experiencia agradable o una menos cómoda por el clima, las multitudes o los precios.
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Sin duda, la mejor época para ir a Los Ángeles es durante la primavera (marzo a mayo) y el otoño (septiembre a noviembre). Estas estaciones ofrecen temperaturas suaves, que van desde los 15°C por la mañana hasta los 25°C por la tarde, con cielos despejados la mayor parte del tiempo. Esto permite recorrer los atractivos principales de la ciudad sin el calor abrumador del verano ni el incremento de turistas típico de la temporada alta.
Pasear por Venice Beach, disfrutar de un recorrido en bicicleta por Santa Mónica, subir al cartel de Hollywood o visitar los estudios de cine resulta mucho más agradable en estas fechas. Además, hay menos aglomeraciones, por lo que es posible encontrar boletos a buen precio para espectáculos, entradas a parques temáticos o visitas guiadas. Para quienes buscan ahorrar, esta temporada también ofrece precios más accesibles en viajes.
El verano (junio a agosto) es la temporada más activa en Los Ángeles. El clima es cálido, con temperaturas que pueden alcanzar los 35°C, sobre todo en zonas como el Valle de San Fernando. Sin embargo, este calor viene acompañado de cielos despejados y muchas actividades al aire libre. Si se planea bien, puede ser una excelente época para disfrutar de conciertos gratuitos, mercados gastronómicos, festivales culturales y días completos en Disneyland o Universal Studios.
Eso sí, al ser temporada alta, los precios suben. Es común encontrar mayor demanda en hospedajes cerca de la playa o en zonas turísticas como Hollywood Boulevard. Otro punto a favor del verano es la cantidad de actividades en las playas, como clases de surf, cine al aire libre y caminatas por el muelle de Santa Mónica, que ofrece juegos mecánicos, tiendas, comida y vistas espectaculares del Pacífico.
El invierno en Los Ángeles (diciembre a febrero) es sorprendentemente suave en comparación con otras ciudades de Estados Unidos. Las temperaturas rara vez bajan de los 10°C, y durante el día suelen rondar los 18°C, lo que permite seguir disfrutando de actividades al aire libre, aunque con una chamarra ligera.
Esta temporada es perfecta para quienes quieren conocer el lado más cultural de la ciudad: museos como el Getty Center o el LACMA tienen menos visitantes, los centros comerciales no están tan saturados y los boletos para shows o conciertos se consiguen a mejor precio. También es una excelente época para quienes buscan hacer compras, ya que coinciden con las rebajas post-Navidad y de principios de año.
Aunque Los Ángeles es una ciudad amigable para el turismo, hay algunos consejos que siempre conviene considerar. La movilidad, por ejemplo, es un aspecto importante. Si bien cuenta con transporte público, la ciudad está diseñada para moverse en auto. Por eso, si el presupuesto lo permite, rentar un vehículo puede ser una buena opción, sobre todo si se planean visitas a playas, estudios de cine o zonas más alejadas del centro.
También es útil revisar la agenda cultural de la ciudad antes del viaje. En muchas ocasiones se realizan eventos gratuitos, festivales, conciertos o ferias temáticas que pueden enriquecer la experiencia sin necesidad de gastar mucho.
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La mejor época para viajar a Los Ángeles dependerá del estilo de viaje que se busque. Quienes prefieren un clima templado, menos turistas y precios más accesibles, encontrarán en la primavera y el otoño su mejor opción. Por otro lado, quienes viajan en familia o buscan aprovechar los parques temáticos y las playas, disfrutarán mucho el verano. Y si lo que se quiere es evitar multitudes y conocer el lado más cultural de la ciudad, el invierno será perfecto.